miércoles, 25 de julio de 2012


El Secreto del Rollo del Dragón



En la historia de Kung fu Panda, encontramos a Po que soñaba en convertirse en una leyenda del kung fu, a la par de sus héroes, los Cinco furiosos. Sin embargo, él no se creía capaz de perseguir su sueño, ya que estaba fuera de forma pues es un oso panda, que trabajaba en una tienda de fideos, que su padre, entusiasta, el Sr. Ping, él esperaba algún día dejarle su lugar.
Hasta que un día, Po tiene un sueño en el cual él ve que es un guerrero poderoso, tan poderoso, que incluso hasta los Cinco furiosos (tigresa, mono, víbora, mantis y grulla) se inclinaban ante él, y decidían unirse para librar grandes batallas. Luego despierta y vuelve a su realidad, donde él es tan solo un gran fan del kung fu, alguien experto en Kung Fu, fue sólo en la forma de que un admirador fantaseaba que podía ser parte de ella, no como alguien que tenía alguna experiencia real.  Ese mismo día eligen, aparentemente por un error, a Po como El Guerrero Dragón. Un guerrero que sería el único en abrir el Rollo del Dragón, con el cual sería invencible.
Nadie podría creer lo que estaba pasando, y Po era el que menos creía en lo que estaba pasando.
Y pasaron los días en el palacio, en donde el maestro Shifu  se encontraba en los peores días de su vida; ya que eligieron al panda para que sea el Guerrero Dragón. Shifu, intentaba que Po desistiera de su llamado, golpeándolo junto con los Cinco Furiosos intentando hacerle sentir que no era el indicado, y vuelva a vender fideos, negándose así a entrenarlo y ayudarle a cumplir con su propósito.  Entonces el maestro Shifu se da cuenta que el problema no es el panda, sino que el problema era él.
Llega un día en el que Po decide irse del palacio, ya que el no creía que debía estar ahí y mucho menos que él sería el Guerrero Dragón. En ese momento, Shifu se interpone en su camino y le convence a quedarse y así comenzar el entrenamiento hacia el Guerrero Dragón.
Mientras el entrenamiento comienza, el  antiguo aprendiz de Shifu, Tai Lung, dominado por el odio y la ira de que alguna vez fue rechazado para ser el portador del Rollo del Dragón, escapa de la cárcel con intención de enfrentarse al guerrero Dragón y asi apoderarse del Rollo del Dragón.
Cuando Po regresa al valle luego de su entrenamiento, se encuentra con que los Cinco Furiosos habían enfrentado a Tai Lung.  Al ver a sus héroes heridos delante de él, Po estaba preocupado por enfrentase el mismo a Tai Lung, pero el maestro Shifu aseguró que Po podía derrotar a Tai Lung con la ayuda de el Rollo Dragón. Él lo ha recuperado, dándole a Po y prometiéndole poderes extraordinarios de la vista y el sonido cuando lo lea, y el sentimiento "del universo en movimiento a su alrededor". Po abrió el rollo, sólo para descubrir que no era más que una superficie de oro, que se refleja completamente en blanco. Confundido y decepcionado, Po considero que era la única prueba de que realmente había sido elegido para ser el Guerrero Dragón por accidente.
Shifu dijo a los Cinco Furiosos que evacuen el Valle, dijo que lucharía contra Tai Lung para comprar todo el tiempo posible. Ellos obedecieron, Po de mala gana salió con los demás. La división de los cinco de escoltar a los pobladores, dejando a Po desanimado y busco a su padre. El Sr. Ping se alegró de verlo de nuevo, le puso un delantal atándolo alrededor de Po y hablando con él acerca de los planes futuros para una tienda de fideos de nuevo en su huida con el resto del Valle. Después de haber llegado tan cerca y no convertirse en el guerrero kung fu que había aspirado a ser, y ser recogido en su vida anterior como si nada hubiera sucedido, Po desgraciadamente se quedó por un momento, con sus esperanzas rotas. El Sr. Ping tuvo piedad de su hijo, pero que le garantizo que todavía tenía un destino en el restaurante de fideos. Po no se sintió alentado por esto, y le dijo a su papá que a veces ni siquiera podía creer que era su hijo. El Sr. Ping, sorprendido, trató de consolar a Po y por fin le dice la verdad: el ingrediente secreto de la sopa con el ingrediente secreto de la tienda de fideos... no era nada. Explicó que no tenía que añadir nada más a la sopa, ya que son fideos ordinarios. Simplemente creyendo que es especial, se convertía en especial por su cuenta. Asombrado, Po sacó el pergamino del dragón, y se encontró mirando a su propio reflejo. Las palabras del Sr. Ping hicieron conexión, y por último, Po entendido el significado del Rollo del Dragón, el secreto para el "poder ilimitado". Hizo su camino de regreso al Palacio de Jade para poder Salvar al maestro Shifu. Po, confiado en que él era el guerrero Dragón, derrotó a Tai Lung. Y así, volviendo al valle con la victoria en las manos, los Cinco Furiosos haciendo una señal de reverencia se inclinaron ante él, tal como el sueño que había tenido cuando todo comenzó.

El Secreto:
                     Muchas veces vives una vida creyendo en diferentes cosas y confiando en algo que a la larga tal vez no tenga sentido. Donde sientes que fuiste creado para algo más de lo que eres, sintiendo un vacío lleno de dudas, misterios, anhelos y sueños  que no sabes de donde vienen. Ya has hecho  de todo y nada tiene sentido. Es ahí cuando llega el Maestro. Abres los ojos y lo ves apuntándote con el dedo diciendo: “A ti te he escogido, para que seas El Guerrero De la Luz.” (Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamo de las tinieblas a su luz admirable… 1 Pedro 2: 9.) Y llega el momento en el que tomando una decisión, puede cambiar tu vida para siempre. Dudoso y a la vez creyendo que es una equivocación, decides aceptar el llamado y comienzas a caminar con el Maestro. El te dice: que tú eres único, que mientras él este contigo nada podrá hacerte frente y levantaras vuelo como el águila, caminaras y tus pies no se cansaran y tendrás fuerza como la de un búfalo. Entonces comienza el entrenamiento. El pone en ti su Espíritu. Empiezas a leer su palabra, oras y comienzas a hacer su voluntad mientras él te da sabiduría y entendimiento, las cosas que antes no veías ahora las ves, y todo comienza a tener sentido.
Llega el día en que Jesús te llama a convertirte en un guerrero. Y el Maestro te dice: “He aquí que yo pongo en ti mi Espíritu, el cual morará en ti y te hará saber todo lo que necesites.” (Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere y os hará saber las cosas que habrán de venir. Juan 16: 13.) El te promete que llegaras a hacer cosas maravillosas que va más allá de tus pensamientos.
Y una duda te inunda y te preguntas: ¿Será esto para mí? – No, creo que esto no va a funcionar.  – Creo que se equivoco al creer que yo podría hacer todo eso que me dice.
Pero ganas a esas dudas y decides confiar en El. Y comienzas a creer que existe un ingrediente secreto para todo eso que El te había prometido, algo mágico que te impulsará, algún poder místico que te dará habilidades sobrehumanas. Con el tiempo te vas dando cuenta de que no es así, y terminas frustrado y sin fuerzas para seguir. Creyendo que aquel día en el que fuiste escogido “El guerrero de la Luz”, solo fue un accidente.
Al punto que quiero llegar con todo esto es, que no hay un ingrediente secreto. Tú eres el ingrediente secreto; por eso Dios te escogió. Porque tú eres el único que puedes hacer lo que haces y en la forma en que lo haces. Tú llevas el poder dentro tuyo, ese poder con el que puedes lograr cosas increíbles, que incluso hasta a ti te sorprenderán.
Pasaras toda tu vida buscando ese momento, y aun así nunca lo hallaras. No existe un día clave o algo por el estilo. El día clave fue aquel día en el que Dios te llamó y tú decidiste entregarle tu vida, y cambiar tu destino para siempre.
Lo único que debes hacer es confiar en que tú ya llevas dentro el Espíritu de Dios. Y que tú eres la persona indicada para cumplir con eso que Dios escogió para ti, aquí en la tierra. Y no existe nadie que pueda hacerlo como tú. Tú eres “EL SECRETO”, tú eres  “EL GUERRERO DE LA LUZ”.
“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.”                      2 Timoteo 1: 7.

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